Colecciones textiles del MuHAr
El MuHAr custodia importantes y variadas piezas textiles. Las hay arqueológicas, históricas y etnográficas.
Introducción general:
Los textiles los clasificamos para su estudio en una primera catalogación como arqueológicos, históricos y etnográficos.
Los textiles arqueológicos son los más antiguos, los más frágiles y que más cuidados necesitan. Fueron hechos hace mucho, por pueblos que no existen mas, pero que sus tradiciones en muchos casos han perdurado en el tiempo hasta nuestros días. Provienen de sitios arqueológicos, generalmente de tumbas y han llegado hasta el presente, gracias a que fueron enterrados en zonas muy secas (Egipto o costa desértica del Perú), lo que posibilitó su conservación ya que los textiles son muy sensibles a la humedad.
En el museo hay textiles arqueológicos de América del Sur, realizados por las manos tejedoras de antiguos pobladores que habitaban el área andina hace alrededor de 1800 años atrás.
También hay fragmentos textiles que vienen desde el antiguo Egipto; son los textiles coptos correspondientes al período cristiano primitivo. De la misma área pero de época faraónica, se encuentran dos momias envueltas en vendajes de lino: la de la sacerdotisa egipcia Aset Weret, Esoeris (en latín) o Gran Isis, y la de un ave: un ibis sagrado, habitante de las costas del río Nilo (ambas piezas del acervo del MNHN, en custodia).
Los textiles históricos, más recientes que los arqueológicos, no siempre se encuentran en mejores condiciones que aquellos, dados los materiales utilizados y los procesos de desgaste y conservación a los que fueron sometidos. Desde la lejana Asia, nos aguardan los trajes-armadura de guerreros samurai y fragmentos de finas telas iraníes. También encontramos textiles en tapizados de muebles de estilo o una colgadura española (en reserva) en hilos de seda y plata. Las incorporaciones más recientes corresponden a dos alfombras, una de Azerbaiyán y otra de Irán, ambas donadas por las respectivas Embajadas, y un gran tapiz de Aubusson del siglo XVII adquirido en subasta pública.
Los textiles etnográficos fueron realizados por poblaciones actuales, en general grupos indígenas o tribales. El MuHAr cuenta con textiles etnográficos africanos, andinos, caucásicos y la colección de textiles guatemaltecos (la más grande en América del Sur de las que se conocen en museos).
La colección de textiles coptos
“Otro Egipto”: El Período Copto (siglos IV – XII)
En el año 30 A.C. Egipto pasó a ser provincia romana. En el año 395 D.C. entró a formar parte del Imperio Bizantino hasta que, en el 641 el territorio egipcio fue conquistado por los árabes.
Fue un período de mezcla de pueblos y tradiciones. Los antiguos motivos del Período Dinástico se fueron abandonando en favor de la cultura helenística prevaleciente por entonces en el área mediterránea. Sobre esos elementos grecorromanos se fue pautando la iconografía cristiana. El arte copto aparece como manifestación provincial de temas y estilos generados en los grandes centros metropolitanos bizantinos. Motivos de la estética copta se incorporarían finalmente a la emergente tradición del arte islámico.
Los textiles coptos manufacturados en lino y lana, ofrecen testimonio directo sobre las formas de vestir, el arreglo de interiores y ornamentos litúrgicos de la época, conservados gracias a la sequedad del clima del desierto donde se hallaron, fundamentalmente en tumbas como parte del ajuar funerario.
La durabilidad de los detalles tejidos en tapiz que adornaban la vestimenta motivó que en ocasiones se les volviera a utilizar en otra prenda. Se trata de una instancia que la antigüedad nos ofrece de reciclado de materiales aprovechables.
El MuHAr custodia una pequeña colección de 9 fragmentos textiles ingresados en 1965. Estas piezas son una rareza a nivel mundial por su fragilidad.
La colección de textiles maya-guatemaltecos
Fue donada al Museo por el Dr. Solum Donas y su esposa Indira de Beausset. Cuando en 1973 el Dr. Donas emigró del Uruguay, prometió regalarle al país algo de la cultura latinoamericana. Él quería de alguna forma agradecer la “visión universalista y panamericanista que difícilmente hubiera logrado en otro país” y que recibiera de su educación en Uruguay. Fue así que durante 1982-83 fueron armando la colección, asesorados por museos y visitando comunidades indígenas y tejedoras.
La Colección llega al Museo en el 2003 y está compuesta por 290 piezas, casi todas ellas textiles (también la componen abalorios y libros alusivos a la misma). Provienen de comunidades campesinas e indígenas que tienen un origen maya. En la actualidad aún se hablan en Guatemala 21 idiomas mayas que, junto al arte textil, constituyen sustentos fundamentales de identidad étnica. En la colección están representados 62 municipios de Guatemala. Hay prendas femeninas, masculinas, de niño, muestras de hilados, collares y caravanas.
Recientemente se ha visto incrementada la colección con donaciones de otros particulares.
CARACTERÍSTICAS
Las prendas que conforman la vestimenta de las comunidades guatemaltecas son distintivas de la región y tienen un gran arraigo en las tradiciones mayas. El traje femenino acompaña la vida de las mujeres desde lo cotidiano a lo festivo y ceremonial; en cambio, el traje masculino ha quedado reservado para los eventos ceremoniales, adoptando éstos en general, una vestimenta común de tipo occidental.
La vestimenta femenina se compone básicamente de un huipil, un corte, una faja y las cintas para el tocado.
El huipil, es una prenda parecida a una blusa sin mangas que usan y confeccionan las mujeres de cada comunidad.
El huipil generalmente es tejido por quién lo lleva y es la prenda que diferencia la vestimenta de una aldea a otra. Según el diseño, el material y la técnica con la que esta elaborado, se puede tener información de su portadora como saber a qué comunidad pertenece, su posición social, el estado civil, etc. Las mujeres indígenas pueden leer los mensajes escondidos en los huipiles ¡con solo una mirada!.
Tradicionalmente los tejen las mujeres en un telar de cintura ( hoy día también se tejen en telar de pedal y los hay de telas comerciales). Puede llevar meses tejer un huipil. La mayoría estan tejidos con la técnica de brocado, permitiendo a la tejedora ir creando los diseños durante el proceso de tejido, mediante la introducción de hilos suplementarios. Otras mujeres adornan sus huipiles con bordados y encajes.
Existen huipiles de uso diario y otros que son reservados para ocasiones especiales como casamientos y otras ceremonias. Para estas ocasiones, los huipiles son confeccionados con materiales caros como la seda, los diseños son más tradicionales y se tiene especial cuidado con los colores que se utilizan.
El corte: es el elemento indispensable del traje femenino. Es similar a una pollera pero, dando varias veces vueltas a la cadera, puede medir ¡desde 2 hasta 5,30 mts de largo! Se sujetan a la cintura con una faja. La tela para los cortes es confeccionada por hombres en telar de pedal. Son en general de algodón, pero ahora también se fabrican de rayón y acrílico. A diferencia del huipil, son pocos los cortes que identifican a una aldea, siendo la tendencia, diseños más populares.
Las fajas: son utilizadas para mantener el corte en su lugar. Es tejida en telar de cintura y tienen diferentes largos y anchos, pueden ser simples, decoradas y hasta bordadas con mostacillas.
Como son bien largas, se enrollan varias vueltas alrededor de la cintura , algunas esconden las puntas adentro, otras las atan y dejan las puntas colgando hacia fuera. Las puntas suelen tener trenzas, cordones o hasta pompones bien coloridos como las de Santiago Sacatepéquez. Las fajas pueden ser tejidas por las mujeres o los hombres.
Las cintas: la cinta de cabello es usada con un estilo específico en cada aldea. Las cintas son muchas veces, la única prenda del traje que puede hacer notar el origen de quién lo viste.
Hay tejedores que producen cintas y fajas para otras aldeas y luego las distribuyen. Esto se debe a que la producción local no siempre satisface la demanda. Las fabrican en telares pequeños de mesa con pedales.
El hombre viste, en ocasiones especiales como ceremonias religiosas, el traje tradicional, el cual tiene variaciones según la aldea, pero básicamente se compone de pantalón, camisa, morral y tzute.
El tzute: es una pieza de tela rectangular o cuadrada destinada a varios usos: cubiertas para canastas, prendas para uso ceremonial, para transportar objetos en la cabeza envueltas en el mismo o para cargar niños en la espalda Cuando no se usan para transportar, se pueden llevar al hombro o doblado sobre la cabeza, dependiendo de la tradición de la población. Hay tzutes especiales, exclusivos para ceremonias, tales como eventos de cofradía, bodas, funerales, desfiles donde se cargan santos, para hacer sacrificios o para ser utilizados como manteles ceremoniales.
Los pueden usar los hombres y las mujeres. Son generalmente hechos en telar de cintura y propios de cada aldea.
Un factor común a los textiles guatemaltecos, es la gran variedad y combinación de colores. Las tejedoras y tejedores no son solamente hábiles con sus manos sino que también con su pensamiento, el cual les permite manejar muchas variables y lograr hermosas prendas de intrincados diseños.
El clima tropical los benefició con una fauna y flora maravillosa, la cual está presente en los motivos de sus prendas. Mirando detalladamente la vestimenta, se pueden encontrar miles de pájaros, incluido el hermoso Quetzál, mariposas multicolores, caballos, felinos al acecho, perros, conejos, flores y plantas de todos los tamaños, mujeres, hombres y niños, y un sin fin de diseños geométricos.
La vestimenta en las comunidades guatemaltecas está muy unida a la tradición, pero igualmente ha ido cambiando en el tiempo, adaptándose a las nuevas tecnologías como la llegada de la máquina de coser; a los nuevos materiales, como las puntillas, los galones y los terciopelos venidos de Europa, y a los nuevos diseños que traen las revistas de moda.
Es un proceso lento, pero dinámico; todas las culturas cambian con el paso del tiempo; nada queda estático. Estos cambios también los podemos observar en las prendas que tiene la colección Donas - de Beausset.