2022/23- Valores de la civilización Caral; reflexiones para el buen vivir

Exposición didáctica de los últimos descubrimientos de la Civilización Caral del Perú y de las conclusiones que se han podido extraer de ellos. Son 5.000 años que equiparan esta civilización sudamericana con las más antiguas conocidas como la mesopotámica, la egipcia, la india o la china. Con esta exposición, se está presentando la maqueta de la pirámide mayor de la Ciudad Sagrada de Caral, donada por la Embajada del Perú al Museo (encargada al escultor Walter Tournier). Visitable del 15 de noviembre al 30 de diciembre en el horario habitual del Museo.

La Civilización Caral se desarrolló en el valle del Río Supe a unos 182 km al norte de Lima, de la que la Ciudad Sagrada es uno de los 25 sitios allí descubiertos.
Fue a partir de 1994 cuando la arqueóloga peruana Ruth Shady comienza el reconocimiento del valle y a partir de 1996 cuando se inician las excavaciones arqueológicas regulares.
Los resultados fueron impactantes desde poco de comenzar, dado que se estaba ante una cultura muy desarrollada en múltiples aspectos pero sorprendentemente “a-cerámica”. Los fechados de materiales asociados arrojaron una antigüedad de casi 5.000 años, lo que la situó como la más antigua de América y a la par de civilizaciones como la egipcia o la mesopotámica.
Esto ha significado un cambio importantísimo y una re-escritura de la Historia americana. Pero no solo desde el punto de vista arqueológico ha sido significante, sino que los estudios que se realizaron a partir de los descubrimientos, han arrojado una serie de características muy especiales de esa Civilización: organización centralizada; manejo sustentable de los recursos; especialización de roles; intercambio comercial entre las diferentes partes del valle y extra región; igualdad de género con evidencias de importancia de la mujer en la jerarquía social; no se han encontrado armas ni restos de fortificaciones; desarrollos tecnológicos y de recursos de construcción anti-sísmica en sus edificios.
La Dra. Shady -a través de sus conferencias y publicaciones-, ha hecho de estos descubrimientos una bandera en la toma de conciencia de lo que se ha perdido y debería ser rescatado como ejemplos a aplicar en el presente.

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